¿Qué es el virus del herpes equino?
Es una enfermedad contagiosa que afecta a los caballos. Aunque existen nueve cepas, el virus del herpes equino-1 (EHV-1) y el virus del herpes equino-4 (EHV-4) son los que se observan con mayor frecuencia.
¿Cómo se transmite la enfermedad?
El virus del herpes equino puede transmitirse a través del aire, de un caballo a otro hasta una distancia de 5 metros.
Los caballos pueden infectarse y llevar la enfermedad a sus establos y transmitir el virus a otros caballos a través del contacto cercano y la tos.
El virus también puede transmitirse a través de la ropa y el equipo de trabajo.
El transporte de caballos también supone un riesgo de transmisión de enfermedades. Se debe realizar una limpieza exhaustiva.
Los establos deben limpiarse y desinfectarse minuciosamente entre caballos.
¿Cuáles son los signos?
Dependen de la cepa del virus que afecta al caballo.
- fiebre
- enfermedades respiratorias como tos y secreción nasal clara.
- decaimiento
- Algunos caballos pueden desarrollar signos neurológicos que provocan falta de coordinación, debilidad, dificultad para orinar y defecar
- aborto en yeguas preñadas
- muerte de potros jóvenes.
Los caballos que muestren signos de la enfermedad deben ser aislados e identificados y examinados por un veterinario.
Los signos clínicos suelen observarse aproximadamente a los 10 días de haber estado en contacto con el virus.
Tomar hisopados nasofaríngeos y muestras de sangre para análisis de laboratorio a fin de confirmar el diagnóstico.
Se debe restringir el movimiento de todos los caballos dentro y fuera de los establos afectados y se deben aplicar estrictas medidas de bioseguridad.
Las medidas incluyen pediluvios, desinfección de manos y la prevención del intercambio de equipos.
Las tasas de recuperación del virus del herpes equino son variables. Depende de la gravedad de los signos clínicos y de si el caballo ha sufrido infecciones secundarias.
¿Cómo puedo proteger a mis caballos?
Existe una vacuna contra el EHV-1 y el EHV-4, pero no protege al caballo contra la forma neurológica de la enfermedad. El uso de la vacuna puede ayudar a reducir la diseminación del virus, su transmisión a otros caballos y la gravedad de la forma respiratoria de la enfermedad.
La Federacion Ecuestre Argentina recomienda que en caso de que existan signos compatibles con la enfermedad, los caballos no sean trasladados a eventos hipicos, sean aislados e identificados y examinados por un médico veterinario.