
Adiestramiento
Leo Godoy: Bicampeón Nacional de Adiestramiento
Trabajo, talento y una carrera en pleno crecimiento
A los 27 años, Leonardo Godoy es uno de los nombres firmes del adiestramiento argentino. Bicampeón Nacional con Marques Do Lis, combina la vida familiar en Zárate —donde vive junto a su esposa, su hijo y una bebé en camino— con el día a día en Haras La Sagisciana, el lugar donde no solo trabaja, sino donde también nació su camino deportivo.
De Monte Caseros al adiestramiento
Leo llegó desde Monte Caseros, Corrientes, al haras en 2018 para desempeñarse como peón, encargado del cuidado de los caballos Pura Sangre Lusitanos que allí se crían. Su experiencia previa estaba lejos de las pistas de dressage: había montado caballos de campo, participado de jineteadas y hasta fue jockey para un familiar dedicado a las carreras.
En 2019, mientras el equipo de jinetes del haras viajaba a los Juegos Panamericanos de Lima, comenzó a mover los caballos en su ausencia. Ese gesto cotidiano reveló algo más: su talento natural para montar.
Fue César Lopardo Grana quien detectó sus aptitudes. No le dijeron nada en el momento, pero un día la dueña del haras lo llamó y le propuso formalmente asumir el desafío de formarse como jinete de adiestramiento.
Formación, constancia y evolución
Tras la pandemia, Leo hizo su ingreso oficial a las pistas y desde entonces su progresión fue constante. Su rutina mantiene la identidad del lugar: monta por las mañanas y por la tarde sigue colaborando en las tareas del campo junto al equipo del haras.
En 2024, Leo obtuvo por primera vez el título de Campeón Nacional en la exigencia Gran Premio “Big Tour” junto a Marques Do Lis, el padrillo lusitano importado de Portugal con el que formó un binomio consistente y expresivo. Este 2025, volvió a alcanzar el máximo título nacional con el mismo caballo, reafirmando su evolución deportiva y la solidez del equipo.
Con Mundial OC, segundo caballo con el que se presentó a las pistas también obtuvo el Bicampeonato Final en la exigencia Medium Tour (nivel Previo al Gran Premio).
También representó a Corrientes en los primeros JADAR, donde obtuvo la medalla de oro.
Para Leo, sin embargo, los resultados no son el foco principal. Define el 2025 como un año de aprendizaje, donde valora más su crecimiento deportivo que las medallas obtenidas.
Un perfil distinto dentro del adiestramiento
El paso desde el ambiente del campo al dressage no fue inmediato.
“Tuve que cambiar las bombachas de campo por los breeches blancos y ajustados”, reconoce entre risas. La adaptación no siempre fue sencilla, pero su enfoque estuvo siempre puesto en trabajar bien, aprender y aprovechar cada oportunidad.
Esa combinación de origen sencillo, trayectoria atípica y evolución constante lo van convirtiendo en una figura respetada dentro del circuito.
Al preguntarle por sus metas, responde con la misma prudencia que lo caracteriza: prefiere hablar de procesos antes que de resultados.
En el corto plazo proyecta un 2026 enfocado en competir en los CDI y aspirar a integrar el equipo argentino para los ODESUR.
Un mensaje y un agradecimiento
Ante la pregunta sobre qué recomendaría a otros jóvenes que buscan llegar al alto rendimiento desde contextos adversos, su respuesta es directa:
esfuerzo, trabajo y compromiso. Nada de magia, nada de suerte.
Leo reconoce a quienes lo acompañaron en este camino: sus maestros César Lopardo Grana y Antonio Díaz Porras; sus “patrones”, Cristina Balcarce y Ricardo Wachowicz; todo el equipo del haras —desde las pistas hasta las tardes de campo— y H A Bonito Lusitano, caballo que junto a Leo se inició en Mínimas Bajas y lo llevó a Campeón Final en la exigencia Small Tour en 2024.
(fotos: @jrequinos – Fotografía equina)




